La endometriosis
es el crecimiento de tejido endometrial (mucosa y glándulas uterinas) fuera del
útero (en pelvis, ovarios, trompas de falopio, ligamentos útero-sacros, vejiga,
etc).
Esta enfermedad afecta un 10-15% de las mujeres en edad fértil; y 30-50%
de ellas sufren de infertilidad. Los principales síntomas son: dolor pélvico,
menstrual, al orinar, defecar, o durante las relaciones sexuales; estreñimiento
y diarrea. Su etiología no se conoce bien, pero se han implicado trastornos genéticos,
inmunológicos, endocrinológicos y anatómicos. También la dieta, por sus efectos sobre la
inflamación, la contracción del músculo liso, la inmunidad, y los niveles de
estrógeno.
Existen muy pocos estudios, pero las evidencias sugieren que el
riesgo de endometriosis aumenta al consumir
grasas trans (alimentos procesados, fritos, y comidas rápidas), carne de
res, cerdo, jamón, y alcohol; igual que los contaminantes ambientales
(bifenilos policlorados-PCBs-), acumulados en las grasas de cárnicos y lácteos;
y los pesticidas, contaminantes de frutas y vegetales (Jurkiewicz J y col. Ginekologia
Polska 2017; 88, 2: 96–102).
El uso de una dieta sin gluten (trigo, cebada, centeno y
avena) por 12 meses en una población de 207 mujeres con endometriosis,
disminuyó el dolor en el 75% de ellas (Marziali M y col. Europe PMC, 2012, 67(6):499-504).
La dieta baja en FODMAP- hidratos de carbono y polialcoholes fermentables-
reduce los síntomas intestinales más del 50%, en el 72% de las mujeres con
endometriosis (Moore JS. y col. Aust N Z J Obstet Gynaecol. 2017;57(2):201-205).
Las
mujeres que consumen más de 3 servicios de lácteos al día tienen 18% menos probabilidad de sufrir endometriosis,
que quienes consumen 2 servicios al día
(Harris HL, Am J Epidemiol.
2013;177(5):420–430).
Comentarios
Publicar un comentario