En el año1996, el naturópata Peter D'Adamo publicó un libro,
convertido en "best seller", en el cual describe cómo la gente puede
mantenerse más sana, vivir más y alcanzar un peso ideal, a través de una dieta
basada en su grupo sanguíneo. Según el autor, también la selección de especias
y condimentos, y aun el ejercicio, dependen del tipo de sangre.
1- Personas del grupo
sanguíneo O. Deben elegir alimentos ricos en proteínas, comer muchos vegetales
y frutas; limitando el consumo de granos, frijoles y leguminosas. Si quieren
perder peso deben comer mariscos, algas marinas, carnes rojas, brócoli,
espinacas y aceite de oliva; evitando consumir trigo, maíz y lácteos. Además,
deben realizar ejercicios aeróbicos de alta intensidad, y tomar suplementos
para sus estómagos sensibles.
2- Personas del grupo sanguíneo A. Deben consumir frutas,
vegetales, tofu, mariscos, pavo y granos integrales; evitando las carnes. Para
perder peso, se recomienda consumir mariscos, vegetales, piña, aceite de oliva,
y soya; evitando el consumo de lácteos, trigo, maíz y judía.
3- Personas del grupo sanguíneo B.
Pueden consumir mayor variedad de alimentos: carne, frutas, lácteos, mariscos y granos. Para
perder peso, deben consumir vegetales verdes, hígado y huevos; evitando
pollo, maíz, maní y trigo. Además, deben elegir actividades de baja intensidad,
incluyendo la meditación como parte de su rutina.
4- Personas del grupo sanguíneo AB. Se les recomienda consumir
lácteos, tofu, lambí, granos, frutas y vegetales. Para perder peso, preferir
tofu, mariscos y vegetales verdes; evitando consumir pollo, maíz, trigo y
judías.
Según el estudio canadiense, Nutrigenómica y Salud, realizado por
la Universidad de Toronto en una población
de casi 1,500 personas, los beneficios de estas dietas son independientes del
grupo sanguíneo. La dieta Tipo-A estaba asociada con un menor índice de masa
corporal (IMC), circunferencia de la cintura, presión sanguínea o insulina;
mientras que las otras dietas, aunque compartían algunas de estas características,
estaban asociadas con mayor IMC o menores niveles de triglicéridos (Wang y col,
2014, Revista PLoS ONE 9(1): e84749). Por lo tanto, concluimos que estas dietas
son un fraude, pues cualquier persona podría beneficiarse con ellas, sin
importar cuál sea su tipo de sangre; y además, no existen evidencias
científicas que la sustenten.
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