El aguacate
(nombre azteca "ahuacatl") no es un vegetal; sino la fruta de la
persea americana, un árbol de hoja perenne cuya altura puede llegar hasta 20
metros. Este alimento es cardioprotector, mejora la absorción de carotenoides, por
su contenido de grasa ; y sus fitonutrientes protegen contra el cáncer oral,
cáncer de próstata y otros tipos de cánceres. El aguacate es una buena fuente de
vitamina K, fibra dietética,
vitamina B6, vitamina C, ácido fólico y cobre.
Además contiene más potasio que el guineo maduro; y este mineral, junto al
magnesio, ayuda a controlar la presión arterial.
A pesar de que es una fruta, el aguacate es muy
rico en grasa (71%-88% del
total de calorías), unas 20 veces más que las otras
frutas; y dos terceras partes de esta grasa es monoinsaturada, beneficiosa para
la salud, especialmente ácido oleico (el mismo del aceite de oliva), cuyas
propiedades cardio saludables son bien conocidas. Una investigación realizada en
personas con niveles moderadamente altos de colesterol, reveló que el consumo
de aguacate mejora el perfil lipídico. Después de 7 días, la dieta
de con aguacate produjo una
disminución significativa del colesterol total y
colesterol-LDL (colesterol-"malo"), junto con un aumento del 11% en
las cifras del colesterol-HDL (colesterol "bueno"). Otro estudio piloto,
realizado en 11 sujetos voluntarios sanos, reveló que el aumento del 70% en los
niveles sanguíneos de interleuquina-6 (substancia proinflamatoria que provoca
estrechamiento de las arterias) producido por el consumo de una hamburguesa, no
ocurría si se le agregaban 68 gramos de aguacate a la hamburguesa (Zhaoping Li
y col. Food Funct.,
2013, 4, 384). El consumo de aguacate en el almuerzo
de adultos sanos con sobrepeso, atenúa la elevación de la insulina en sangre,
30 minutos después de iniciar la comida, y disminuye el deseo de comer,
comparado con el almuerzo libre de aguacate. Esto podría explicar el efecto
anti-obesidad del aguacate (Wien y col., 2013). Finalmente, una dieta rica en ácido oleico (aceite
de aguacate y de oliva) logró un buen control glucémico en 12 mujeres con
diabetes tipo-2 (Lerman-Garber y col., 1994). Entonces, ¿qué más podemos
pedirle a la vida, si nos ha regalado una fruta sabrosa, nutritiva y saludable?
Comentarios
Publicar un comentario