El alto consumo de azúcar en la dieta tiene muchos efectos
negativos sobre la salud, tales como: obesidad, disfunción metabólica, hígado
graso, hipertensión arterial, aumento de los triglicéridos, caries dental,
adicción, hiperactividad y mayor riesgo de sufrir diabetes y enfermedades
cardiovasculares. Muchas personas prefieren consumir bebidas gaseosas de dieta,
creyendo que son más saludables que las gaseosas regulares; ignorando ambos
tipos de bebidas aumentan el riesgo
metabólico y cardiovascular, y la probabilidad de sufrir enfermedades
cerebrovasculares (ACV) y demencia. El pasado 20 de abril, según una nota de
prensa del Centro Médico de la Universidad de Harvard, parece que existe una
asociación entre el consumo de bebidas azucaradas (gaseosas y jugos de frutas) y pérdida de la
memoria. Los datos se obtuvieron del
Estudio del Corazón de Framingham, donde se evaluó la relación entre el consumo
de bebidas azucaradas y el riesgo de enfermedades cerebrovasculares (ACV)
en casi 3 mil personas mayores de 45
años; y el riesgo de demencia en casi 1,500 personas de 60 años o más. Según el
autor de la investigación, el Dr. Matthew Pase, del Departamento de
Neurología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, existe una
mayor asociación entre la ingestión de bebidas azucaradas y la atrofia
cerebral, incluyendo un volumen cerebral más pequeño y una memoria deficiente.
El consumo excesivo de bebidas azucaradas produjo una disminución del volumen
del hipocampo (área del cerebro relacionada con la memoria). Las personas que
tomaban bebidas gaseosas dietéticas diariamente, tuvieron una probabilidad 3
veces mayor de sufrir un accidente cerebrovascular (apoplejía) y demencia; incluyendo
un mayor riesgo de isquemia cerebral (por obstrucción de los vasos sanguíneos
del cerebro) y enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia. Además,
estudios previos han reportado que el consumo de gaseosas dietéticas aumenta la
probabilidad de sufrir diabetes mellitus, lo cual puede incrementar el riesgo
de demencia. Aunque los resultados del estudio de Harvard, sugieren que el alto
consumo de azúcar o de edulcorantes artificiales, agregados a las bebidas
dietéticas, tiene algún efecto adverso sobre el cerebro, se necesitan nuevas
investigaciones que lo confirmen. Sin embargo, el consumo de azúcar común o de
dieta es perjudicial para la salud.
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