¿Por qué importa el peso cuando se trata de dolor en las articulaciones?


Si tiene la punzada ocasional de dolor en las articulaciones cuando se va a caminar o subir escaleras o si está preocupado por la artritis porque un familiar la padecía, un paso hacia la prevención es comprobar su peso.

Hay dos maneras de que el sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar osteoartritis (el trastorno articular más común, que es debido al desgaste de la articulación). En primer lugar, el exceso de peso pone tensión adicional sobre las articulaciones que soportan el cuerpo, la rodilla, por ejemplo. En segundo lugar, los factores inflamatorios asociados con el aumento de peso podrían contribuir a problemas en otras articulaciones, por ejemplo, las manos.

 Cuando se camina sobre el nivel del suelo, la fuerza sobre las rodillas es el equivalente a 1 1/2 veces su peso corporal. Eso significa que un hombre de 200 libras pondrá 300 libras de presión en las rodillas a cada paso. Añadir un plano inclinado, y la presión es aún mayor: la fuerza sobre cada rodilla es de dos a tres veces su peso corporal cuando se va subiendo y bajando escaleras, y de cuatro a cinco veces su peso corporal cuando se pone en cuclillas para atar un cordón de zapato o recoger un elemento que cayó.

Perder unas cuantas libras puede recorrer un largo camino hacia la reducción de la presión sobre las rodillas y protegerlas. Por ejemplo, la investigación ha demostrado que una pérdida de peso de entre 10 y 15 libras de forma sostenida en los jóvenes obesos se puede traducir en un riesgo mucho menor de la osteoartritis más tarde en la vida.

Las mejores tácticas para perder peso

El aumento de la actividad física tiene muchos beneficios para la salud y puede ayudar a perder peso. Sin embargo, la intensificación de su ejercicio por sí solo no suele ser suficiente para ayudar a perder peso. Cada libra que pierde representa aproximadamente 3,500 calorías. Así que, si usted está esperando para perder la mitad de una libra a una libra por semana, tiene que quemar de 250 a 500 calorías al día. Una buena manera de empezar es tratar de quemar 125 calorías mediante el ejercicio y comer 125 calorías menos por día.


No hay que olvidar que la matemática funciona en ambos sentidos: ¡consumir un extra de 100 calorías al día sin quemarlas puede dejar 10 libras más de peso al final de un año! Con el tiempo, consumir de rutina una cucharada o dos de helado, una bebida de café llena de calorías, o comer galletas o caramelos pueden inclinar la balanza en la dirección equivocada.

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