Yo creo en la educación en Diabetes. Reflexiones de una persona que vive con la Diabetes

Lic. Betsy Rodriguez
Educadora en Diabetes
Madre de Joven con Diabetes Tipo 1

La educación en Diabetes se considera una parte fundamental en los cuidados de las personas con Diabetes. La educación en Diabetes no es parte del tratamiento, es el tratamiento mismo, decía el Dr. Elliot P. Joslin en el 1923. Las personas con Diabetes, independientemente de su tratamiento médico; utilicen o no insulina, tienen que asumir la responsabilidad del control diario de su enfermedad. Por ello es clave que entiendan la enfermedad y sepan cómo manejarla día a día los 365 días del año. ¡No existen las vacaciones de la Diabetes, se vive con ella!

La educación en Diabetes es una intervención impartida por un profesional de la salud, que es estructurada para la persona y su familia y que es aquella que se proporciona mediante un programa planificado y progresivo, que es coherente en los objetivos, flexible en el contenido, que cubre las necesidades clínicas individuales y psicológicas, y que es adaptable al nivel y contexto cultural.

Manny Hernández, fundador de la Diabetes Hands Foundation, dice que “La Diabetes es una condición crónica que requiere de autogestión y una participación activa por parte del paciente. Fuera de la consulta, el paciente sigue viviendo con la enfermedad”.


El objetivo principal de la educación de las personas con Diabetes es mejorar el conocimiento y las habilidades, capacitándolas para asumir el control de la enfermedad e integrar el autocontrol de la enfermedad en la vida cotidiana.

Una persona que vive con Diabetes obtiene de la educación el conseguir mejoras en las siguientes áreas:

1. Control de factores de riesgo, incluidos glucemia, lípidos, presión arterial y tabaquismo.
2. Prevención y manejo de complicaciones asociadas a la Diabetes.
3. Cuidados del pie diabético para prevenir amputaciones y detectar situaciones de riesgo en etapas tempranas.
4. Mejora su calidad de vida.
5. Mejor control glucémico.
6. Involucra a la persona que vive con Diabetes en sus propios cuidados y favoreciendo su autonomía
(autocontrol).
7. Promueve la adopción de hábitos saludables: dieta, control del peso y ejercicio físico.
8. Facilita la adherencia a la medicación.

Muchas las organizaciones evaluaron el impacto de la educación dirigida a pacientes con Diabetes. La duración de las intervenciones, los contenidos, los estilos educativos, los profesionales y los contextos evaluados varían entre los diferentes estudios, lo que a menudo dificulta la extracción
de conclusiones sobre los componentes eficaces de la educación. Otros estudios se han centrado en la eficacia del autocontrol, más allá de la educación, o en componentes educativos concretos.

Lo que sí se da por cierto, es que el autocontrol de la Diabetes ha demostrado mejorar el control glucémico de forma consistente y por ende la reducción de complicaciones asociadas a la Diabetes. Y la educación en Diabetes juega un papel esencial en el autocontrol. Está claro que el manejo de la Diabetes está en manos de la persona que vive con Diabetes, sin embargo, los proveedores de cuidado
son los asesores, consejeros y colaboradores, y el éxito en el manejo de la enfermedad dependerá fundamentalmente de las mismas personas, y de que hayan aprendido a convivir y a actuar con responsabilidad en relación con su enfermedad.

En términos generales, en Latinoamérica la educación se constituye en una actividad otorgada con una concentración variable que depende de la sensibilidad de las autoridades ante el tema para la asignación de los recursos humanos, por una parte, y del interés y grado de capacitación del personal de salud en Diabetes, por otra, lo que trae como consecuencia que una proporción mayoritaria de las personas con Diabetes no adquiere un nivel básico de educación en Diabetes y, lo que es más preocupante, no logra un buen control de su enfermedad. La necesidad de generar material educativo de apoyo para los equipos de salud que trabajan con personas con Diabetes busca paliar de alguna manera la falta de educadores especializados. Triste realidad. Se hace imperativo recordar que el conocimiento no cambia el comportamiento ni crea habilidades; la información debe ser aplicada y las habilidades practicadas, ya que sólo así se incorporan como parte de la rutina diaria. Por lo tanto, invitamos a quienes leen este artículo a que reflexionen y se conviertan en agentes de cambios para lograr que los sistemas de salud reconozcan el papel fundamental del educador en Diabetes y la  educación en Diabetes. A introducir técnicas educativas más participativas que faciliten la retroalimentación entre la persona con Diabetes y el educador y que se centren en las necesidades particulares de cada persona.

Las personas que viven con Diabetes pueden seguir una dieta variada, divertida y sabrosa sin tener que comer nada diferente al resto de la familia y sin ninguna limitación, o las menos posibles. Tener Diabetes no supone renunciar a los placeres de estar vivo, mientras se maneja la Diabetes y se previenen sus complicaciones, lo que es posible. La educación en Diabetes contribuye a lograrlo. Vivir con Diabetes NO es un camino arduo y plagado de obstáculos.

Sólo requiere con inteligencia aceptar la enfermedad, conocerla, educarse en ella y decidirse a llevar una rutina ordenada y saludable, QUE SE PUEDE. El pilar fundamental e irremplazable es la educación en Diabetes, que es lo que coloca a la persona con Diabetes como protagonista activo
de su propia historia, y le da conocimientos para tratar de ayudarse a sí mismo en los cuidados que la enfermedad requiere, pasando a ser un actor activo que toma las riendas del manejo de su enfermedad.

Una persona con Diabetes educada en su condición es una persona empoderada para vivir más y vivir mejor con su Diabetes bajo control.

Artículo extraído de la Revista INDEN.
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