La amputación de un miembro del cuerpo es un problema real que
afecta al ser humano, pues supone una pérdida y por tanto un duelo que no se
limita a la pérdida de un miembro concreto, si no que se extiende a todas las
otras pérdidas que implican la amputación como son :
- Pérdida de capacidad física,
- Pérdida de comodidad por presencia de dolor,
- Astenia o vivencia de miembro fantasma (sienten como si la pierna o el brazo amputados aun estuvieran en su cuerpo, expresando sentir dolor)
- Pérdida de autoestima,
- Pérdida de confianza en sí mismo,
- Miedo o rechazo de su pareja,
- Problemas financieros y que se cuestione su apariencia física.
Probablemente, uno de los problemas más difíciles es perder el sentimiento de
independencia y tener que depender de otros hasta en las necesidades más
básicas.
Qué hacer? es necesario informarle a la persona y prepararlos
psicológicamente para la amputación, Cómo hacerlo? escuchándolo de manera empática
.y contestando sus preguntas para que
tenga la información de lo que se le va a hacer, pues es su cuerpo y tiene
derecho a conocer sus opciones.
La amputación.implica un proceso de duelo donde la persona pasa
por distintas etapas:
- Negación, y Schock
aquí el pensamiento predominante “ eso no es verdad”, es negar el problema
como forma de protegerse del dolor que le causa la pérdida
- Protesta, donde la
persona siente rabia, irritabilidad , surgen preguntas ¿Por qué a mi? ¿Si
hubiera hecho tal o cual cosa? Se
buscan culpables, (Dios, el médico,
uno mismo)
- Regateo, es la
etapa de negociar, de hacer promesas a Dios, para librarse de la
situación, se intenta posponer la amputación
- Depresión, la rabia es sustituida por tristeza, puede haber alteraciones del sueño y sentimientos negativos sobre la realidad y el futuro, desesperación y a veces ideas de muerte.
El tiempo del duelo varia, algunos autores refieren que dos o tres
semanas es un tiempo razonable para este proceso, aunque un periodo normal de
duelo puede durar meses.
Las consecuencias psicológicas de la amputación van a depender de
cómo se realice el duelo, pues si no se
asume la perdida se corre el riesgo de desarrollar una patología (depresión crónica;
trastorno psicomático).
Cómo ayudar al paciente a realizar el duelo? A través de la escucha activa, empática y preguntas abiertas que le permita expresar
sus emociones, clarificar sus pensamientos y explorar distintas opciones o soluciones.
La comunicación terapéutica debe estar basada en la confianza, el
respeto y la calidez;
estableciendo metas y reforzando la valía de la persona amputada.
Debemos evitar darle falsas esperanza, que sea capaz de aceptar
tanto sus capacidades como sus limitaciones. En ese sentido, el compartir sus
problemas con otras personas que hayan pasado por circunstancias similares, con
otras personas amputadas, ayuda al proceso de adaptación. La fe en Dios y la ayuda de los miembros de la iglesia contribuye
a la recuperación.
El paciente amputado llega a
la convicción de que la confianza en él mismo y su autoestima están en su
mente, no en la pierna o el brazo que ha perdido. Sigue siendo la persona
valiosa que era antes. Mantiene la esperanza que con el tiempo, aprenderá a adaptarse y su actitud
cambiará para bien.
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